A pesar de que los videojuegos no sean mi pasatiempo favorito y que en ocasiones me aburro con ellos, tengo guardados en mi corazón algunos juegos que han marcado mi vida profundamente. Algunos de mis recuerdos favoritos se remiten a cuando admiraba ver jugar tan bien a alguien que ya no está con nosotros, eso me reconforta y a la vez me llena de tristeza. A no todos nos tienen que gustar las mismas cosas, pero a todos nos debería preocupar que mensajes les dejamos a los demás con las cosas que estamos haciendo, ¿ayudamos a crear un mundo con más equidad de género o estamos proponiendo estereotipos fáciles por ganar dinero y audiencia? Me gustaría que, a partir de esta serie de imágenes mías, realizadas con toda la timidez del caso, haya un encuentro entre los múltiples feminismos y la comunidad de videojugadores, porque es cierto que muchos videojuegos reproducen los estereotipos de género y son solo creados para el deleite masculino. Así las cosas, propongo que no dejemo...