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De-construyámonos.



Por: María Alejandra feat. JandraMarialé.

Hace ya un buen tiempo vengo considerando cuestiones que giran en torno a quién soy; buscaba una respuesta, algo un tanto determinista que me dijera a mí misma lo que significaba ser "María Alejandra", por supuesto esta labor no tuvo éxito alguno, bueno, no seré tan dura… ¡Claro que tuvo éxito! A partir de ello entendí que si había fracasado en mi labor era porque pretendía verme como una sola cosa, una completitud tal vez, pero aunque hoy día los edificios se construyan muy rápido, no aparecen instantáneamente de la nada listos para ser habitados. Soy un edificio, un constructo cualquiera, una obra de arte tal vez, al menos yo; ha sido un proceso de construirme, destruirme y luego reconstruirme; este proceso se ha apoyado en la intervención de muchísimas personas y situaciones -de esas que uno cree que nunca podrían pasarle- y si bien no todos ni todo permanece, todo me ha marcado y ha aportado a ser esta hermosa y caótica obra en constante construcción que soy. Gracias -a usted que ahora lee- cualquiera haya sido, sea o llegue a ser su influencia en mi vida.

Ahora bien, mi intención es 'performarme' con las múltiples facetas que me constituyen, esas que no todos conocen. Mi ser de-construido es JandraMarialé, quien básicamente hizo todo el trabajo y los guiará a lo largo del mismo.

 Esta propuesta visual se hace a partir justamente de esa idea que somos una construcción que además de requerir tiempo, es una reunión de muchas cosas, facetas, partes, rastros y éstas están en constante interacción, forjandonos como sujetos hablantes y cargados de múltiples significantes. ¿De dónde vienen esos significantes? ¿Cómo apropiarnos de las huellas que otros dejan en nosotros -sean estas positivas o no- para forjar nuestra identidad?


DE ZAPATOS Y OTRAS INCONFORMIDADES.

Tengo casi 22 años, desde los 15-16 mi mamá me decía que tal vez debía comprar otro tipo de zapatos, no solo tenis, tal vez tacones o unas baletas; algo más femenino en todo caso... ¡Jueputa! Tengo el pie plano, la cadera chueca y la existencia torpe, ¿Cómo es que le piden a uno ponerse esas máquinas de tortura? 


Pd1.: Ahora medio los soporto... y me gusta como se me ven. Que vaina!

Pd2.: Prefiero usar botas o tenis, cuando son muy 'a mi gusto' mi mamá sigue criticándolas.



LA FRÁGIL E INESTABLE ESTRUCTURA

Soy la quinta de seis hijos, el quinto y último intento fracasado de mi madre por tener un hijo varón... Nada especial. Sin embargo, dentro de la constitución de mi familia, resulte siendo algo muy, mmm, particular, diferente a mis hermanas mayores: Hace un par de años decidí empezar a salir con más personas, salir a tomar, a bailar, no llegar a la casa, en fin... Nada raro, si no fuese porque mi hermano -varón, el último hijo de mis padres, dos años menor que yo- hacía las mismas cosas y le eran exigidas menos labores que a mi, los regaños eran escasos y los recordatorios de las malas acciones aún más.

Soy mujer, soy bajita, soy frágil y no puedo defenderme sola... Pero mi hermano sí.


¿MI SOCIA LO PEGA?


Hace unos meses, trabajaba en un call center que hacía las veces de línea de asistencia para vehículos de carga pesada -ambiente un tanto restringido para las mujeres del lado de los camiones pero amplio en las líneas de asistencia- y un compañero que se disponía a fumar un cigarro vio que también yo lo haría:


- ¿Fumas? (...) No me gusta ver chicas fumando, y menos tan jóvenes; se vean feas, desagradables. (Risas)


La conversación se tornó tensa al no estar de acuerdo con sus argumentos, terminamos hablando de que también lo pegaba:

- Uy, ¿Mi socia lo pega?


*Nada más que decir.*




#ARRECHALAMARICA

Tengo una mejor amiga y un mejor amigo a los que amo y a los que suelo contarles casi todo lo que sucede en mi existir. En una ocasión estábamos en algún tema relacionado con sexo a lo que yo solté algún comentario -que ya ni siquiera recuerdo- y ellos respondieron con risa y con la acción de bautizarme desde entonces con el #ArrechaLaMarica. Aunque fuese broma me ha hecho pensar varias veces sobre ese asunto.


Si, soy mujer y soy bien arrecha... Con lo cuál no tengo problema, lo problemático es cuando para otros esas son señales de que uno está buscando sexo con todo lo que se mueva. No amigo, que hable abiertamente de mi sexualidad no quiere decir que me quiera acostar contigo... Tampoco te estoy friendzonando.




DEJE DE CHILLAR


Desde siempre he sido una mujer supremamente sensible, llorona... Chillona, diría mi madre. A partir de eso, tengo un vívido recuerdo -constante- de mi niñez y mi adolescencia, en el que mi padre -de carácter 'complicadito'- peleaba y nos regañaba a todos, muchas veces antes de salir a la calle; luego, al ver que lloraba y se me hinchaban los ojos, me decía: "Vaya límpiese esa cara, deje de chillar, ¿o es qué piensa salir a la calle así?".

Si estamos afligidos debemos escondernos de los otros, no permitir que lo noten, que identifiquen nuestras debilidades. Ahora, sigo llorando mucho, pero siempre me lavo la cara antes de salir y me tomo una foto más, una sonriendo, posando... Soy fuerte, soy feliz y estoy bien.


WITHOUT CRISIS SINCE 2015, BITCHES.

¿Qué harían si ven a alguien convulsionando en la calle? Yo nunca me habría preguntado cosas como esa, hasta que me topé con la realidad que posiblemente era yo quien podía convulsionar en la calle.

Mis primeros años en la UN fueron años algo tortuosos, años en los que me sentía insegura de andar a solas por la calle, de perderme, en los que lidiaba con efectos secundarios de mierda de un medicamento que me dieron porque identificaron que tenía epilepsia... Un día me cansé y lo suspendí -con plena conciencia de las posibles consecuencias-, luego de eso fue rápido: Sin querer probé la marihuana, luego lo hice concienzudamente y pasó a algo regular que, 'mágicamente', me hacía sentir mejor y me había mantenido bien de salud en general. Algo que mejoró mi calidad de vida sin duda.

Eso fue lo que le dije a mi mamá cuando hablamos al respecto de mi consumo, y ahora... Mientras llevo la pijama con la que me hospitalizaron en algún momento para inducirme crisis y saber qué pasaba con mi diagnóstico incurable, fumo en mi pipa. ¿Yo, enferma?


VÍSTASE BIEN, OLA

¿Recuerdan que mi mamá quería que usara zapatos más femeninos? En realidad era así con toda mi ropa. Antes vestía con tonos muy oscuros y 'ropa de niño', así que fue fuerte la pulla durante años -precedida por mi madre y mis hermanas- para que comprara y usara cosas de 'colorines', más de niña pues.

Cuando empecé a ser consciente de MI femineidad, descubrí que si tenía cierto estilo en el que cabían los 'colorines', las faldas, ¡hasta los tacones! (...) Pero la cosa es que a mi femineidad le gusta combinar eso con cosas rotas, modificadas por mi, por ejemplo. Adivinen quién no está de acuerdo.


MIRA NADA MÁS ESE CU... ESOS DURAZNITOS! 

Lo rico -y también lo complicado- de ir creciendo, es que cada vez surgen más versiones de nosotros, más campos en los que debemos movernos y más personas con las cuáles compartir... Al menos a mi me encanta; por eso y así mismo como he explorado un tanto mi interior, he explorado mi imagen, de la manera más 'superficial' posible.

No les miento cuando les digo que me tomo en promedio 3-5 fotos al día y, ya que les he contado tanto y estamos en confianza, algunas veces me dedico a eso de las fotos eróticas -porque sí o para compartirlas con alguien-... No tengo en problema en decirlo, incluso si llegase alguien a verlas no me importa, pero no significa que quiera que todos las vean. ¿Qué piensan de mis sexis duraznitos?


"TETA QUE MANO NO CUBRE, NO ES TETA SINO UBRE". 

Yo no sé de dónde saque tremendos duraznos, pero si sé que tener 'teticas medianas' es herencia directa de la familia materna -la abuela y cinco tías, todas tetonas!-, y yo no sé que les pasa pero tienen una obsesión por mantener las tetas paradas, con brassieres de niveles casi arquitectónicos que les permita levantar su espíritu desde la punta de los pezones y al mismo tiempo no deje que el dolor de espalda por el peso -de las tetas y de la vida- las mortifique.

Así crecí, en medio de la búsqueda mamona de un brassier que se adecuara a mis tetas, que las parara bien y les diera una forma redondita... Ay, tan bonitas! Nunca me incomodó a pesar de las varillas asesinas, de las tiras que dejan marcas, de la incomodidad de llevar encima una horma de brassier que no me servía después de salir de la tienda.

Aún uso brassieres de vez en cuando y casi nunca me incomodan, pero ahora ya no las quiero 'paraditas', 'redonditas'... Mis tetas quieren ser libres y ya, que si quiero ponerme brassier o no, no sea un problema, que no genere incomodidades o inseguridades.


DE-CONSTRUYÁMONOS



He llegado a la cursi reflexión de que si han sido otros los que han puesto sobre mi significantes que he decidido retomar para de-construírme, debo ser consciente que mi discurso y mi influencia en general sobre otros también aporta a su construcción y re-construcción como sujetos... Siendo así, solo me queda brindarme con el mayor amor que pueda y ojalá, rompiendo esos moldes que tanto nos han implementado desde el discurso en adelante.

Así pues, mi invitación: Ámense y de-constrúyanse.

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